Un sepulcro para ellos de honor

A unos cuantos días de celebrar el Bicentenario del inicio de la Independencia y el Centenario del inicio de la Revolución Mexicana, pues ya va siendo tiempo de ir pegando uno que otro grito antes del mero día 15 de septiembre, digo, para que se vaya escuchando algo de cultura y sobre todo, de verdad pues se trata de recordar, sí, pero también es una gran oportunidad de rectificar la historia con la autenticidad de los hechos y de reconciliarnos en la verdad; sería muy apetecible y creo que no es mucho pedir, o si?

Aquí dejo un artículo interesante que me hace reflexionar y recordar, de entre muchas cosas, a mi Miss de 4to de primaria, Miss Conchita (excelente educadora por cierto) y que me imagino que a ella le ha de haber costado un “trabajal” entender el por qué a unos niños de 9 años no les pudiera decir con franqueza de qué o cómo se ha construido la independencia de nuestro México..., bueno, si es que ella conocía ciertas verdades o fue igualmente engañada vilmente y los maestros que a ella le siguieron para que a nosotros nos manejaran siempre las mismas verdades a medias o mentiras de héroes fabricados que nos dieron patria.

....................................................................................................................................................................

UN SEPULCRO PARA ELLOS DE HONOR

(aunque se retuerzan en él)

Por: Juan Miguel Zunzunegui

Es la mañana del domingo 15 de agosto del 2010, de ese mal llamado año del bicentenario, y me encontré con un desfile en la ciudad; uno que tal vez debió ser más anunciado para que más gente participara de él. El desfile es solo un formalismo, como todo en este Bicentenario, encaminado a las formas y no al fondo, pero finalmente, eso es innegable, está bonito.

Los restos de los héroes patrios, en sus urnas, tal y como fueron extraídos del mausoleo de la Columna de la Independencia hace meses, para una supuesta pero imposible autentificación, están circulando, escoltados por el ejército, con honores y flanqueados por banderas, por Paseo de la Reforma, del Castillo de Chapultepec al Palacio Nacional; la gente en las calles aplaude, se descubre, guarda honores y ante todo, lanza flores al paso de los llamados héroes que nos dieron patria. El sentimiento de orgullo es evidente. Ante eso no hay nada que se pueda decir en contra…, bueno, tal vez sólo que es una pena que nuestros próceres hagan el mismo recorrido que los marchistas. Pecata minuta. La gente grita vivas espontáneas sin necesidad de un líder que los guie.

Los restos han sido ya evaluados y se les ha dado, por así decirlo, mantenimiento; y ahora serán exhibidos un tiempo en Palacio Nacional, para finalmente volver a su sepulcro de honor: la Columna de la Independencia; donde, si en verdad son los restos correctos…, de cualquier forma deben estar revolcándose en sus tumbas, ya que, dentro de la estructura mítica de nuestra historia, lo cierto es que fueron enterrados en el mismo espacio, hombres que fueron grandes enemigos.

Olvidemos de momento que es imposible autentificar con ADN unos restos, ya que la autentificación debe ser comparativa…, y no hay con quien compararlos. Así pues, daremos por hecho que son los restos originales. Cuando este periplo termine, los heroicos restos volverán a su sepulcro; ahí descansarán en la misma vitrina Ignacio Allende y Miguel Hidalgo…, fueron enemigos durante toda su corta guerra de 5 meses, Allende arrestó a Hidalgo y lo llevó como prisionero, antes había intentado envenenarlo…, se dejaron de hablar desde octubre de 1810, cuando el llamado grito fue en septiembre. Esos enemigos volverán juntos a su misma vitrina.

Estarán los restos de Guadalupe Victoria, insurgente de prosapia, hombre ilustrado, primer presidente de México y creador de la República Federal que hoy somos. Un hombre que requiere honores que poco se le otorgan…, pero descansará junto a Nicolás Bravo, por lo que descansará poco, ya que aquel santanista nunca le dio tregua. Lucharon juntos al lado de Morelos, pero a la muerte de éste, Bravo atacó a Victoria en varias ocasiones, y cuando Victoria fue presidente, Bravo fue su vicepresidente, y con la asesoría del embajador de Estados Unidos, Joel Poinsset, se dedicó a conjurar contra Victoria y a atacar su presidencia.

Ahí estará Vicente Guerrero; el primero en dar un Golpe de Estado en la historia del México Independiente, algo que seguramente no debería ser honrado, y descansará cerca de Victoria, contra quien dio dicho Golpe, a pesar de haber sido compañeros de armas, para tomar la presidencia que no pudo ganarle en elecciones a Manuel Gómez Pedraza. Una urna representa a los restos de Morelos, que nadie sabe dónde están; de ese Morelos que siempre fue republicano, atacado y perseguido por Iturbide, y su simbólica urna estará junto a la de Vicente Guerrero y Nicolás Bravo, quienes juraron lealtad al emperador Iturbide y traicionaron la causa republicana de Morelos. Solo Victoria se mantuvo leal al republicanismo de Morelos, descansarían juntos en paz…, si esa urna contuviera en realidad los restos del Siervo de la Nación, pero está vacía.

Estará en su sepulcro Pedro Moreno, que tal vez gracias a su paseo sea recordado por la historia, ya que defendió Zacatecas heroicamente en 1817, en compañía de Xavier Mina, un español que en 1817 decidió luchar contra Fernando VII aquí. Ninguno de los dos logró nada…, pero son dos héroes más que perdieron con honor…, el estilo que exige nuestra historia. Otro beneficiado al mismo estilo será Víctor Rosales, ya que tal vez alguien se acuerde que se empeñó en mantener la guerra y luchó hasta 1817 por no perder la posesión de Michoacán, que finalmente, tras heroica batalla, perdió en la Batalla de Ario.

Si pudieran hablar, muchos de ellos seguirían recriminándose traiciones entre sí, y todos se preguntarían quién es ese tal Xavier Mina al que no conoció más que Pedro Moreno. Morelos, esté donde esté, ya que diga lo que diga al gobierno, no está en esa urna ni estará en la Columna del “Ángel” debe seguir lamentando que su arrogancia haya sido la culpable de la muerte de Matamoros, quien según dicen, sí está dentro de los próceres exhumados e inhumados.

Y dentro de este desmán del otro mundo, deben descansar en paz Andrés Quintana Roo y Leona Vicario, dulcísimos y románticos amantes en medio de la guerra; aunque el primero no se atrevería a voltear hacia la urna de Morelos, ya que fue de los diputados que firmó su destitución al mando del ejército insurgente…,y Leona…, Leona debe estar contenta de estar de moda en el 2010, y descansar junto a su esposo, aunque en realidad poca o nula sea su verdadera participación en el triunfo de la causa insurgente…, más que pedir que se le devolviera cada centavo de lo que dio a los Insurgentes.

Sobrará, como siempre ha sobrado en esa columna, Miguel Hidalgo, quien luchaba por el rey de España y jamás mencionó la palabra independencia. Todos se han de preguntar quién es ese tal Guillén de Lampart, cuya escultura de mármol en tamaño natural ornamenta la entrada al Mausoleo…., y aunque nadie se lo pregunte, faltará, como siempre ha faltado, los restos del libertador, del que ganó la guerra y nos dio independencia: Agustín de Iturbide.

Alonso Lujambio dice que todos los restos han sido autentificados, por imposible que eso sea, me recuerda a los momentos patéticos en que se montó el show de haber encontrado los restos de Cuauhtémoc. Peor aún es que Lujambio, responsable de educar mexicanos, sostenga esta mentira por piadosa que sea, e insista en que Morelos está presente…, peor aún es que sostenga que es vital para la patria que esos restos no se descompongan…, cuando todos los muertos se descomponen y el mundo sigue su curso.

Así pues, seguiremos venerando fantasmas y con la mirada en el pasado, y seguiremos viviendo en medio de una estructura mítica de la Historia. Pero sea, en el año mal llamado del Bicentenario, fueron sacados de sus tumbas esas cajas que se exhibirán por once meses en Palacio Nacional, y en junio de 2011, marcharán todos juntos, aliados, traidores y enemigos, a ese sepulcro, para ellos, de honor.

....................................................................................................................................................................

Interesante, no? Y en otro artículo quiero hablar de aquel alto jerarca de la iglesia en el México de aquellos días de Independencia y quien fue el verdadero padre de la patria (oh, sí!!) y a su conveniencia claro; el canónigo Matías Monteagudo quien vio muy de cerca que se le quitaran uno que otro “beneficio” al aplicar la constitución de Cádiz y poder así mejor separar a España de todo este arguende; él decide la Independencia de México.

...ahí se los dejo!