En el corto plazo, la propuesta de Reforma de Peña sólo nos mantendrá en el
último lugar de los países de la OCDE que recaudan más impuestos y
curiosamente, a saber de muchos, es donde precisamente voltean la mirada los
inversionistas y por ende, éstos, se fijarán si en efecto hay gasto público y
consecuentemente si el país será una economía en movimiento.
Honestamente la baja recaudación de impuestos se debe a que
el gobierno protege a unos cuantos sectores de la población con la “idea de distribuir
mejor la riqueza” cuando en realidad es un rol que no le corresponde al Estado;
tal es el caso por ejemplo del régimen especial en medicinas y alimentos, que
complican el ingreso tributario y facilitan a las empresas en la planeación
fiscal con un tinte de evasión evidente.
Por su marketing se entiende “claramente” que la política
fiscal de Peña es castigar a los más productivos, pero creo que no entiende que
mucha, pero mucha de la gente que gana más es porque trabaja más y se esfuerza
más!!! Al gobierno no le interesa la economía, sino lo “justo”, y eso, estoy cierto,
es un gravísimo traspié.
El bajo ingreso tributario se debe a que son muchos los
impuestos que se cobran en México y parece que la consigna es por qué hacer las
cosas fáciles si se pueden hacer difíciles… ¡Vamos!, en un país como Hong
Kong la introducción de un impuesto único
permitió a la nación un fantástico crecimiento económico.
México forma parte de una economía globalizada y para ser
competitivo, requiere de una política tributaria eficiente, moderna y de clase
mundial, que favorezca y mantenga la inversión del capital nacional, que
atraiga la inversión extranjera, para que en conjunto se generen empresas y con ello nuevos empleos
bien remunerados.
Así pues, por la excesiva carga tributaria que tendrán las
empresas, las compañías extranjeras empezarán a mirar hacia otros países que
ofrecen mejores condiciones fiscales, por lo tanto, con esta propuesta
hacendaria de Peña, México se mantiene muy por debajo de los países que más
ingresos tributan como porcentaje del PIB, regresándome con este comentario entonces
a mi primer punto… ¿qué pensarán los inversionistas… en qué se fijarán?
… ahí te lo dejo Peña!
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Atte. Raul Buentello Carbonell